El primer tomo de Black Jack me ha gustado bastante y se nota el por qué una obra cercana a los 40 años de su creación sigue siendo totalmente válida y recomendable. Tezuka nos introduce en el mundo de Black Jack, un médico que trabaja fuera del círculo habitual de hospitales y cobra cantidades de dinero por sus operaciones 'arriesgadas' e 'imposibles' a los 'ricos' que pueden permitírselo, aunque también vemos que a los menos favorecidos también les ayuda sin contraprestación alguna. Así entiende Tezuka la medicina (no en vano se doctoró en medicina aunque nunca ejerció debido a su faceta de dibujante) y así lo plasma en sus páginas tocando temas 'arriesgados' que en su época seguramente sorprenderían por un lado la visión ética y moral y por otro la visión médica 'pseudoficticia'. No creo que en los años 70 una operación de cambio de sexo o un implante de un miembro amputado, como un brazo, fueran bien vistos, seguramente serían tratados como ficticios, quizás sin ninguna solidez cientifíca o médica y también moralmente reprobables.
Así que bajo la visión tragicómica que podemos observar en los capítulos de este primer tomo encontraremos una visión desenfadada y vistosa pero también asumiendo una visión responsable y seria al tocar temas médicos.
Una obra de 4000 páginas y un total de 18 tomos en la versión de Glénat que pueden dar para mucho 'gestados' durante una década por el propio Tezuka y que ha influido en obras posteriores, una de las más actuales sin duda el homenaje de Syuho Sato en su obra "Say Hello to Black Jack".
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