Me acerqué a la biblioteca que tengo al lado del trabajo al mediodía y como disponía de bastante tiempo me fui a ver qué encontraba. Me fijé en este único tomo que han editado hasta la fecha y me dije, voy a volver a leerlo.
La lectura fue fantástica, disfruté mucho con la lectura. Los dibujos de Taniguchi son excesivamente bonitos, como casi siempre en él, pero que todo esté coloreado hace que el tomo sea una joya, casi una obra de arte en nuestras manos.
Todo esto me lleva a pensar porqué los japoneses no se prodigan más en hacer obras en este estilo. Evidentemente que están condicionados por la edición en revistas y las jornadas maratonianas que los editores obligan (o casi) a los autores y sus ayudantes para llegar a tiempo a la publicación semanal o mensual. Pero algunos autores o sus ayudantes, hacen cosas muy bonitas al dar color a los manga, algo que en algunas obras se echa de menos... siempre que uno no sea muy 'purista' y piense que el manga es así y que no se ha de cambiar.
Y también me lleva a pensar, por qué este tipo de historias y 'bellezas' no tienen más repercusión en las ventas de nuestro país. Quizás me equivoco y Ponent Món ha vendido muchos ejemplares de esta obra y volverán a sacar las otras 3 estaciones en breve... sin duda, sería una pena que se quedase este tomo 'colgado' por la falta de ventas... Yo no me he arriesgado, pero es una historia muy bien llevada, muy seria y además bajo la forma del estilo Taniguchi... ¿qué más se puede pedir?
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